Llevaba mucho tiempo con la idea de hacerlos, pero pensaba que eran mas engorrosos de hacer y siempre los compraba hechos.
Y por fin me he decidido y la verdad es, que no me puedo quejar. Han salido ricos y no he tardado tanto como yo esperaba.
Animaros, eso si es un plato contundente pero cunde mucho.
Ingredientes:
- Un kilo de callos (ya troceados).
- Medio de patas y morro. (troceados).
- Un chorizo y una morcilla de callos.
- Un bote de garbanzos cocidos.
- Una hoja de laurel.
- Dos dientes de ajo.
- Una cebolla y media.
- Un pimiento rojo o medio si es muy grande.
- Una guindilla.
- Una cucharada de tomate frito.
- Aceite, pimentón y sal.
Elaboración:
Lo primero que tenemos que hacer es lavarlos bien (ahora vienen bastante limpios) con agua y un poco de vinagre. Escurrir, aclarar y ponerlos a cocer junto con una hoja de laurel y sal. Cuando den un hervor, escurrir y poner agua limpia. Yo esto lo he hecho dos veces.
Y ya dejamos cocer hasta que estén tiernos. En la olla express tardan menos.
Para la salsa, ponemos aceite, echamos los ajos picados, la cebolla, sal y dejamos que se haga unos minutos, añadimos el pimiento rojo y la guindilla, y por último el tomate frito (antes de echar el tomate, la cucharada de pimentón). Si hace falta incorporamos un poco del caldo de cocer los callos, nos va a facilitar el triturado.
Cuando todo esté hecho, lo trituramos (si no queréis que pique demasiado, ahora es el momento de retirar la guindilla) y ponemos en una cacerola. Añadimos los callos (escurridos), la morcilla y el chorizo enteros (echamos un poco de caldo si hace falta) y dejamos que se haga a fuego bajo unos diez minutos, Pasado este tiempo, añadimos los garbanzos escurridos bajo el grifo y dejamos que se mezclen todos los ingredientes y sabores unos minutos más.
Sacar el chorizo y la morcilla una vez cocidos, partir en trozos y volver a incorporar al guiso.
Rectificar el punto de sal si es necesario.
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